domingo, 6 de junio de 2010

...Te odio tanto amor...

Te odio tanto, tengo tanta rabia contenida, estoy enfadada. La vida es injusta. El destino es injusto. Todo es injusto, me duele tanto pensarte, me duele tanto que sigan viniendo recuerdos a mi cabeza. Recuerdos de todo lo que hice por ti, únicamente por amor. Amé y no fui correspondida. Amé y me exprimieron hasta conseguir todo sentimiento tierno de mi ser, para después pisotearme y más tarde dejarme sola, en un rincón viendo la vida pasar. Me mutilaste de pies para andar y de manos para obrar. Me dejaste ciega para que jamás pudiera ver más allá de nuestro pasado compartido. Me encadenaste a una gran un historia de amor unidireccional.
Ahora ya no busco un porqué, una razón. He entendido que no la hay. Ahora, más bien, me inunda la impotencia, al ver todo lo que jugaste conmigo. Al ver como conseguiste enredarme entre tus redes para luego abandonarme a un lado del camino. Hecha un lio, sin un camino trazado. Yo me embarqué en tus rutas porque creía que en ellas estaba también mi destino. Y ahora? Ahora me doy cuenta, que no era así, que me equivoqué totalmente contigo, que todo eran espejismos en un mundo de fantasías creado por ti. Y cerré los ojos, y pasaron los años.
Por fin logré dejarte atrás, la rabia continua inundándome día a día, pero lo más importante tu ya no estás. Ya no estás en mi, es tanto el odio acumulado, que el mismo se esta encargando de barrer todos los restos de mentiras que todavía, hoy día, rondan mi espacio.
Cada día, siento que tu estas más lejos y yo, yo por fin vuelvo a ser yo. Y me siento tan feliz cuando siento de nuevo mis sentimientos, mis propios sentimientos, libres, vacíos de ti, llenos de esperanza y alegría. Vuelvo por momentos a ser yo. He conseguido a base de esfuerzo y mucho sufrimiento, arrastrarte al jardín del olvido. Bendito olvido! Creía que jamás te encontraría. Tuve tanto miedo en este senda escarpada alejada de toda razón! Me sentí perdida en un mar de sentimientos confundidos por tus calumnias.
Tengo tantas ganas de borrarte. Que no existas. No verte, no oírte, no pensarte, no escribirte. Tengo ganas de que desaparezcas, y que te lleves todas tus cosas: recuerdos y más recuerdos que enturbian mi nuevo destino. Ya no quiero ni quedarme con lo bueno, quedate con todo. Ya no necesito nada. Solo quiero que te vayas. Que me dejes. Solo quiero que el tiempo compartido lo ocupe el vacío. Ya no me importa olvidarte. Sólo quiero paz y tranquilidad. Ya no quiero más sentimientos ni de fe ni de venganza. Sólo quiero que te vayas por el mismo sitio donde entraste.