jueves, 17 de junio de 2010

¿Por qué no? Déjala que llore -dijo ella-. Llorar no es malo. No pasa nada por llorar -insistió-. Al principio llorarás todo el tiempo; después llorarás un rato cada día, por las noches, seguramente. Luego, cada vez que veas algo que te lo recuerde, o de repente, sin más ni más; pero un día al acostarte te darás cuenta de que no has pensado en él, de que ya no le echas de menos, y da igual si ese día tarda diez años en llegar